Amplia hondonada se descubre
abierta al Océano, entre los altos acantilados que por la banda Norte
circundan el lugar. En el fondo de aquel valle, un caserío y un templo, a
140 metros sobre el nivel del mar. El lugar se llama Teixido; el titular
de la pequeña iglesia es el apóstol San Andrés. Hasta allí bajaron, para
venerarlo, cientos de miles de peregrinos procedentes de los más apartados
y remotos lugares de nuestra geografía. A lo largo de los siglos,
campesinos y marineros de toda Galicia fueron a San Andrés de Teixido en
romería, y aún es ahora el momento en que el Apostol San Andrés continúa
siendo allí objeto de veneración por parte de nuestros paisanos.
Al lado del culto que la
Iglesia Católica dá a sus santos, en Teixido perdudaron otras creencias y
prácticas religiosas ajenas al Cristianismo; costumbres íntimamente
relacionadas con los cultos de antiguas religiones, lo que nos hace ver
que, antes de que el Cristianismo apareciese sobre la faz de la Tierra, ya
en este oscuro punto geográfico, lejos de las rutas del mundo conocido,
una divinidad pagana recibía la adoración de sus devotos.
Lo cierto es que la existencia de Teixido como lugar sagrado hunde sus
raices en la sima de los tiempos ...
" A San Andrés de Teixido vai de morto o que non foi de vivo ."
Si se fuera a dar un premio al
" slogan " más antiguo del mundo; habría que concedérselo a estos versos
pareados. Asegura la creencia popular que las almas de los que no fueron
en vida a San Andrés, se reencarnan en el cuerpo de un lagarto, de un
sapo, de una culebra o de cualquier otra sabandija, y en tales condiciones
se ven forzadas a hacer la romería. También es posible que el alma se "
reencarne " en una herradura y de esta suerte sea conducida hasta el
santuario, a favor de eventuales circunstancias. Nadie, ni vivo ni muerto,
se librará de cumplir lo que, según la leyenda, es la propia voluntad de
Jesucristo.
Leyendas relacionadas con el Santuario
En relación con la creencia
cristiana, dos son las leyendas que explican la llegada y milagro del
Apostol a Teixido. La primera de ellas es, tal vez, la más hermosa.
Primera Leyenda:
Cuando Dios terminó de hacer
el mundo, descansó y en este reposo divino apoyó su diestra en esta
arcaica región de Galicia. Los cinco dedos al quedar grabados en la
prematura docilidad del suelo esculpieron lo que más tarde habrían de ser
esos valles sumergidos que, en las desembocaduras de cinco ríos, forman
las fascinantes y privilegiadas Rías Gallegas.
Muchos milenios después, Cristo acompañado de Pedro sintió curiosidad por
conocer el pais donde su divino padre reposara su mano. Recorriendo
pulgada a pulgada este pais dieron en Teixido. Agotados y sedientos
decidieron descansar, pero el agua era mala y no se podía beber, comida no
la había y Jesús no tuvo más remedio que implorar la ayuda paterna, y el
Padre, accediendo a su ruego, le envió una manzana y en el interior de esa
manzana se hallaba, cobijado, San Andrés. La fruta les sació el hambre y
la sed....... y el santo quedó en libertad.
" Andrés - le dijo Jesús -
te quedarás en estos lugares para siempre". Andrés suplicante
gimió: " No me abandonéis Maestro en estos parajes tan inhóspitos y
solitarios donde no existe la comida y el agua es tan mala que no
sacia la sed". "Te prometo Andrés - le contestó el Salvador
- que la comida no ha de faltarte, las aguas serán frescas,
abundantes y sanas y gozarás de las visitas continuas y perpétuas de
todas las gentes, no sólo de las cercanías, sino también de lejanos
lugares, acudirán a visitarte, continuas multitudes..... y tu nombre
será conocido y venerado por todos.... y al cabo de unos años en un
lugar que será llamado " Campus Stellae " vendrá a reposar
definitivamente tu hermano meyor, Santiago quien, como tú, será
venerado por todo el universo cristiano ".
Jesús y Pedro se fueron, pero esta promesa se cumplió a rajatabla.
Segunda Leyenda.
Cuenta de la llegada en barca del
Apostol San Andrés. La barca quedó petrificada, quilla arriba, y con
los ojos del alma podemos reconocerla en la más grande da las islas
Gabeiras ; efectivamente tiene forma de barcaza invertida , si se la
mira con un poco de intención.
Leyendas conservadas extrañas al Santuario
Al margen de cuanto se
relaciona con el Santuario, Teixido tiene sus propias tradiciones y
leyendas.
Nosa Señora do Vico.
En la orilla del camino, muy cerca de
Teixido, en el punto conocido como " O Vico ", hay una peña no muy
grande que, mirada desde desde cierto ángulo, semeja la figura de una
santa vista por detrás, cubierta por un manto desde la cabeza hasta
los pies. Incluso parece que con el brazo izquierdo recoge parte del
manto.
A esta peña los paisanos le llaman " Nosa Señora do Vico ", y por sus
semejanza con la Virgen María, la saludaban, santiguándose, al pasar
por su lado.
El recuerdo de una tiránica serpiente.
Es acaso una de las más
antiguas. Habla de una serpiente monstruosa, que tenía su morada cerca
del mar. Ese legendario reptil mucho tiempo dominó por el terror a los
habitantes de la zona. Y es cuanto se sabe de la historia del ofidio,
una historia misteriosa cuya realidad se esconde tras la niebla de los
siglos.
El Ermitaño Pardo.
Hay también la memoria de que en el
lugar vivió, dedicado a sus penitencias, el Ermitaño Pardo, ser
legendario del que oyeron hablar todos los sanandresanos; pero del que
ignoran datos verídicos.
Casa y Poblado sumergidos.
Habla de cierta mujer de Teixido que en
la mañana de un lejano día salió de su casa en dirección al campo,
llevando consigo el almuerzo a los jornaleros que estaban trabajando
para ella. Todo sucedió normalmente. Pero al regresar del campo se
encontró con la sorpresa de que en el sitio donde todavía por la
mañana se alzaba su morada, no había señales de la casa. No falta
quien cree ver hundida, en alguna parte de las proximidades, la viga
maestra del edificio.
Mozas encantadas.
Yendo por el camino del cementerio se
llega a donde está un peñasco conocido como " Pena do Encanto ", donde
hay una doncella encantada, que llama la atención por su hermosura, "
con un pelo tremendísimo ". Todos los años, el día de San Juan, sale
al rayar la aurora, y se hace visible, con la esperanza de que pase
algún mozo dispuiesto a desencantarla. Naturalmente, la cosa no es
fácil, porque a medida que el mozo se acerca, la doncella pierde la
hermosura a los ojos de quien la mira,y acaba convirtiéndose en un
monstruo repugnante y espantoso. El valiente que se atreva a matar al
monstruo desencantará a la doncella con la que podrá casar y no menos
disfrutar de los tesoros de su esposa, que son muchos; pero de momento
se hallan tan encantados como su dueña.
En otro punto cercano,
llamado Coto dos Fondás, hay varias mozas encantadas. Para verlas hay
que ir también el 24 de junio, cuando se ven los encantos.
La razón por la cual hay
doncellas encantadas en las inmediaciones del santuario es ésta:
resulta que ellas, siendo hijas de familias nobles, se negaron a
aceptar los maridos que les estaban destinados. Por tamaña
desobediencia fueron encantadas, y desde tiempo inmemorial continúan
en la misma situación, hasta que llegue el día de ser liberadas del
encanto.
Una antigua romería
Una romería típica y bien
organizada, es decir, clásica, debería seguir el siguiente ritual:
La Marcha
Grupos de mujeres y hombres han salido
juntos de su pueblo. Puestos de acuerdo, emprenden la caminata. En
otras épocas los pudientes iban a caballo; pero la mayoría caminaban a
pie.
Cantando marchaban, acompañados a veces por el sonido de la gaita y
del pandero.
El Rito de la
Piedra
Atravesaban de este modo aldeas y
despoblados, senderos y caminos, descansando lo imprescindible para
reanudar la marcha. Ya están cerca. Entonces, los que nunca fueron
deben coger una piedra para echar el amilladoiro ( milladoiro:
amontonamiento de piedras ), es detalle imprescindible como prueba de
haber realizado la romería.
Llegada y
cumplimiento de la promesa
Jadeantes, sudorosos, han llegado a la
meta. Entran en el santuario y dejan la ofrenda si la traen. De todos
modos depositan su limosna en uno de los cepillos de la iglesia.
Muchos traen velas acaso de la misma longitud que la estatura del
oferente portador; arde la cera de contínuo delante de la imagen del
apostol.
El " Poñer O Santo "
El buen romero no abandona
el templo sin que le den a besar una pequeña imagen de San Andrés y le
persignen con ella, es lo que se denomina " poñer o santo " a los
romeros.
Un cristiano culquiera puede realizar esta operación. Hay unas
palabras que eran propias del rito:
" O Santo que che deu a enfermedad
que che dé a sanidad
po-lo poder que Dios ten,
e San Andresiño. Amén ".
Ritos de la fuente milagrosa
Es preciso entonces bajar a la " fonte
do santo " ( fuente del santo ), que según la tradición, nace debajo
del altar mayor de la iglesia. Tres chorros de agua fresquísima brotan
de la fuente. Dícen que mana el mismo caudal en invierno que en
verano.
A la fuente se le consultaba sobre si el divino San Andrés concedería
o no, lo que se le imploraba. Para ello, se echaba en el pilón una
miga de pan. Si flotaba, era porque el santo se mostraría propicio a
atender la súplica que se le había hecho. Si se iba al fondo, el
consultante podía perder ya toda esperanza.
Según otra versión, un poco más macabra, se decía que, de flotar la
miga de pan, el interesado aún volvería, por lo menos una vez más, a
San Andrés. Si por el contrario, la miga caía al fondo, esto era
indicio de que aquel mismo año sonaría para el consultante la última
hora de su existencia terrena. Por esta razón la " Fonte do Santo "
recibe también el nombre de " Fonte da morte e da vida ".
" Herba namoradeira "
La gente moza baja más allá de la
fuente, y cerca del mar espumoso va a buscar la " herba namoradeira "
( hierba de enamorar ; clavel marino, familia de las plumbagináceas,
género Armaría, especie Marina ), que abunda por aquellos parajes y
tiene hechizos para atraer a la persona amada.
Es también costumbre regalarla como muestra de amistad.
El Ramo
Volver con el ramo de San Andrés
constituyó una de las más hermosas tradiciones de la romería. Componen
el ramo una vara de avelleno, y atadas en ella, varias ramitas de tejo
( "teixo " en gallego ), de donde, a juicios de la mayoría, vino el
nombre de Teixido. Al ramo va también sujeta una poca de " herba de
namorar ".
Los " sanandreses "
Acostumbran a colgar del ramo los "
sanandreses ", pequeñas figuras de masa de pan sin fermentar,
endurecidas al horno y coloreadas, que representan diversos
simbolismos de las leyendas del Santo.